LA PREGUNTA DEL MILLÓN
¿Cómo puedes defender a alguien qué es culpable?
Ocurre que muchas veces nos hacen está pregunta. A veces la
respuesta es causa de alegatos.
A veces nos preguntan sí podemos dormir tranquilamente,
sabiendo que defendemos un culpable.
Me interesa que quede claro el porqué los que nos dedicamos a
esto, no solo es que durmamos como cualquier otra persona todas las noches,
sino que estamos convencidos de que el trabajo que hacemos es importante para
el conjunto de la sociedad.
Citaría a Sócrates, Cicerón, Ulpiano, Beccaría y a no sé
cuántos más. Y les hablaría de los principios que informan el derecho penal,
construido sobre la base de la presunción de inocencia, uno de los pilares
jurídicos fundamentales de cualquier civilización avanzada.
Pero, aunque lo anterior sea importante, es mucho más
sencillo que todo eso:
1.- el cliente NUNCA dice que es culpable.
2.- NUNCA cuenta lo que hizo sí, lo que se le imputa.
3.- empieza una relación "nueva" pero, con su
abogado.
Se trata de una especie de rito que puede dar lugar a toda
una tesis para un doctorando en psicología. Pero como no soy licenciada en
ciencias del comportamiento humano, me contentaré explicando que es una
necesidad vital que le asalta al cliente para intentar autojustificarse.
El cliente lo que busca en muchas ocasiones es salir lo menos
perjudicado posible dentro de la situación en la que se encuentra. Y es que en
no pocos casos en eso consiste nuestra defensa, en articular pruebas y
estrategias para que la futura condena sea lo más leve posible.
Y, aquí viene OTRA PREGUNTA: ¿PORQUÉ NO PREGUNTAMOS AL
CLIENTE SI ES CULPABLE O INOCENTE?
Bien, aparte de todo lo anterior, es que no
hace falta en el expediente vienen todos los elementos suficientes para ver si
el cliente pudo o no cometer el delito. Aclaro que nuestro trabajo no es ver
esos elementos sino analizarlos e introducir otros que puedan beneficiar a la
defensa. Mi trabajo es defender.
Al
cliente no se le pide expresamente que no me mienta, sino que de la información
que preciso y, sobre todo, que no me oculte la que resulta vital para su defensa.
Esta
situación de brindar y efectuar defensa no está bien visto para el acervo
social-popular. Olvidan que el "derecho de defensa" es de rango
constitucional.
Nuestro título académico no se
concreta en ser Abogado, sino además ser Licenciado en Derecho qué nos permite
ejercer la profesión de abogados. Nuestra obligación es aconsejar jurídicamente
y también a pedir justicia.
Ahora bien, nuestra defensa
podría posicionarnos en una especie de solidaridad abogado y delito y defender
a un violador, a un narcotraficante, criminal en serie, pedófilo etc...
"moralmente" es intolerable, esto es lo qué no se ve bien. Pero, nadie
está exento de cometer un delito.
En fin, todos los abogados o
licenciados en derecho tenemos la libertad de para aceptar o rechazar,
normalmente nunca aceptamos asuntos que vayan en contra de nuestras
convicciones o cuando no estamos de acuerdo con el cliente hasta cierto punto.
Les dejo una película muy recomendable:
Existen varias versiones pero, la historia es la misma. La original se titula " 12 Angry Men (version 1957)".
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